
El Subsecretario de Vivienda de Puebla, José Antonio López Ruíz, nos narra la historia de Juanito. Un poblano con discapacidad visual que se acercó un “Martes Ciudadano” al Gobernador Miguel Barbosa y hoy como resultado, tiene casa nueva.
Conocí a Don Juan un martes a mediodía, en las oficinas de la Secretaría de Bienestar.
La mañana de ese día, él había tomado la decisión de acercarse a hablar con el Gobernador Barbosa, precisamente durante un “martes ciudadano”.
Como él dice, “no tenía nada que perder y fui con toda la humildad del mundo”, así que, seguro de sí mismo, sin conocer a nadie, y sin tener ningún “contacto”, fue a Casa Aguayo, a pedir ayuda.
Don Juan, uno de sus hermanos y dos de sus hermanas tienen una discapacidad visual, lo que les impide tener un trabajo que les alcance para cubrir sus gastos.
Después de escucharlo atentamente, el Gobernador decidió que era urgente hacer algo para ayudarlo, y dio la instrucción de que se le diera atención de inmediato.
Quince minutos después, Don Juan estaba en mi oficina, y me contó su caso.
Para ganarse la vida, Don Juan se dedica a tocar la guitarra y a cantar en las calles del Centro Histórico. Como el mismo lo dice, es un “artista de la calle, un artista urbano”.
Para que conozcan un poco la personalidad de Don Juan, voy a abrir un pequeño paréntesis, para contarles cómo aprendió a tocar la guitarra.
Desde muy pequeño le gustaba mucho cantar, pero nadie quería enseñarle a tocar un instrumento. La gente no creía que alguien como él, podría tener un talento musical.
Él cuenta que le costó muchísimo trabajo aprender a tocar la guitarra, pero también tiene muy claro que “el que persevera, alcanza”.
Llevaba muchos años queriendo aprender música, sin tener éxito.
Cuando tenía 19 años, conoció a una persona que creyó en él, y que le dijo “Oye, Juanito, y cuándo empezamos con la guitarra”, y después de tanto tiempo de andar buscando alguien que lo guiara, no tardó en aprovechar la oportunidad.
…
Cierro el paréntesis, y regreso al Martes Ciudadano.
Juanito le platicó al Gobernador que tenía algunas complicaciones con el pago de la renta donde él y sus hermanos viven, en la Colonia del Valle, a unos 15 o 20 minutos de aquí.
Un apoyo económico no era ni justo, ni suficiente, para ayudar a Don Juan a resolver sus problemas económicos.
El Gobernador le dijo “Si tienes un terrenito, y tienes los papeles, voy a ver qué tanto te puedo apoyar para construir una vivienda”
Por eso, con el liderazgo del Gobernador y el apoyo de la Secretaria de Bienestar, Lizeth Sánchez, pusimos todo lo que estaba en nuestro alcance para construir esta vivienda.
Les comparto que, en ese momento, no teníamos una partida presupuestal en la Secretaría para construir esta casa. Pero como bien dicen, “Cuando cosas buenas pasan, más cosas buenas suceden”
En este contexto, diferentes actores unieron sus esfuerzos para construir esta vivienda. Se reunieron talentos del ramo de vivienda, y Qualyt Home puso el material y construyó la casa; Vumen puso el panel solar; Dortu apoyó con la estufa ecológica; Saggezza puso el tinaco y el calentador solar; y IonAg coloco el captador de agua de lluvia.
Con todo este trabajo, hace dos semanas comenzamos a trabajar, y hoy, gracias al Gobernador, le entregamos las llaves de su casa a Don Juan, atendiendo a la instrucción que siempre nos ha dado. “Ayudar a los históricamente olvidados”.
Por último, les comparto dos frases que Don Juanito nos compartió durante todo este proceso, y que me quedaron muy grabadas.
La primera es que, para él, su discapacidad no es un problema, sino una bendición, porque desde siempre ha creído que “Cuando Dios algo nos quita, es porque algo nos da”
Desde siempre, Juanito cuenta con todo el respaldo de su familia, de hecho, uno de sus hermanos trabajó en esta obra, para cumplir sus sueños. A final de cuentas, Don Juan lo único que pidió fue sólo un apoyo para vivir en bienestar y mejorar sus condiciones. Hoy, su nuevo hogar, lo está apoyando para que pueda seguir adelante.
La segunda frase, que para mí es un ejemplo de vida, es que Juanito dice que “siempre debemos vivir con alegría, porque imagínense, si viviéramos enfermos y tristes, no llegaríamos a ningún lugar”.
Por eso, lo que sigue es seguir trabajando para ser mejores personas, y procurar vivir siempre con alegría, esperando todo lo bueno que nos puede pasar.